miércoles, 12 de agosto de 2015

Oigan todos la lectura clandestina



Por Juan Hermoso. Estudiante de comunicación social

A las 21 hs la noche templada transcurre en Moreno como cualquier otra noche de un último domingo del mes de julio, con la sola particularidad de que en “Mítico bar” un grupo de chicos y chicas aguardan, predispuestos en sus mesas, las palabras que sus pares prepararon de la forma más astuta posible para mostrar sus sensibilidades y habilitar, si se permite, la fantasía que los oyentes elaboraran para sí mismos, dejando de lado así , entre otras cosas, la variada programación televisiva en la comodidad o incomodidad del hogar, la quietud y, en algunos casos, horas de descanso y reposo previas a un lunes laboral.



El clima es agradable y dentro del lugar mas todavía aunque muchos de nosotros asistamos por primera vez a una exposición así.
Se anuncia desde el escenario que la noche tendrá sentimientos. Los espectadores, como honorables huéspedes, somos advertidos y nos preparamos.
No me detendré en la muestra de cada uno de los expositores pero a medida que suben al escenario van dejando marcas a la noche, sus propias huellas, como fragancias en las que los oyentes receptores, nos impregnamos. Las nostalgias, las tristezas, las alegrías, las pasiones y los sueños se hacen presentes no en forma de fantasmas de un pasado o un presente o un futuro, sino como campo iluminado en el interior de nuestro ser.
Este suceso no es menor a cualquier otro evento artístico. La poesía como espectáculo requiere de un atrevimiento especial por parte de los que la leen y una curiosidad aun más especial por parte de los que la escuchan, siempre asociado al reconocimiento de frases y conjunto de palabras del lenguaje. No es menor que este tipo de expresiones sea organizado por jóvenes del distrito. No es menor que sea en uno de los distritos más pobre del conurbano bonaerense. No es menor que sea así. No es menor, porque va a contramano de la imagen que se brinda desde los medios hegemónicos nacionales sobre Moreno, “pintándolo como la tierra en donde solo se delinque. O sea, si, hay delincuencia pero también hay gente que siente, gente que vive y personas que escriben poesía.



Dejándose llevar por el mainstream de noticias de la zona un suceso de esta índole resulta inesperado y, aun así, es poco tenido en cuenta como noticia con alguna “relevancia” pasando desapercibido en la cotidianidad morenense, bonaerense, argentina, mundial y universal.
Recobra sentido el nombre con que dieron a llamar al ciclo que se realiza cada mes, “Lectura Clandestina”: la lectura es oculta; secreta por no satisfacer, como noticia, la demanda de hechos de “impacto” que buscan los difusores carroñeros para difundir; pero de todas formas es presentado al público como diciendo “¡oigan todos la lectura clandestina!” donde lo que es clandestino para los que escriben diariamente y pretenden mostrar la realidad como cosa única es la lectura de los que viven en ella.
La noche termina con música y la gente vacía el lugar sin antes haber aplaudido. 
La edición número 4 de este evento se realizará el próximo domingo a partir de las 21 hs, en Mítico Bar, Vera 133. La entrada es libre y gratuita.