Por Bárbara Bravo
Mi primer pensamiento fue que mentía en cada palabra,
Aquel viejo lisiado, con mirada maliciosa
Observando con recelo el efecto de su mentira
En la mía, y la boca apenas capaz de disimular
El júbilo, que fruncía y perfilaba
Su comisura, por así haber atrapado otra víctima.
Childe Roland a la Torre oscura llegó.
Robert Browning.
Cassandra fuma un cigarrillo en la
oscuridad del monoambiente que comparte por esta noche con su compañero, que
ronca despreocupado luego de las exigencias amatorias más tempranas. Cassandra
estaba en plan de seguir el mismo camino a la tierra de Morfeo, cuando la
televisión, invariablemente puesta en América Tv (no es su departamento
entonces no objeta la programación preferida por su amante. Por ahora el sexo y
la compañía pesan más que las contradicciones ideológicas), da paso a una
repetición de algún programa de chimentos fundacional, que también hace espacio
para candidatos a la presidencia de la nación, de cara a las inminentes
elecciones.
Esta semana, el mundo de la frivolidad
(y otro tanto de personalidades más o menos desangeladas) se vio sacudido por
el comentario del candidato “renovador” acerca de terminar con la política de
Derechos Humanos una vez asuman el gobierno. O sea, renovar, en este caso,
vendría a hacer una decoración en Vintage
de las instituciones. Como si la patria, el pueblo, o bien “la gente” como les gusta decir a estos
nuevos candidatos fueran una habitación en desuso al que con un poco de
reciclaje de esas cositas que ya no usamos pero que tenemos en casa, podemos
dar nuevos aires y energía. Solo basta sacar del arcón y acomodar un poco
ciertas concepciones retrogradas, antidemocráticas y antipoliticas, fruncir
algunas cositas que “ya no dan” y ponerlas por aquí y allá como los “detalles
fuertes” del cuartito que queremos reciclar.
Así parece resumirse la propuesta de
la oposición, sin importar el vocero que la diga: “queremos lo bueno, no lo
malo”. Y claro, al parecer los Derechos Humanos, son parte de lo malo. Porque,
sigue el candidato que se parece a Iúdica, la gente que tiene miedo también
tiene derechos humanos, y hay que darle derechos humanos a la gente que siente
que no llega a fin de mes.
Llegada a este punto, Cassandra se
incendia interiormente y se prende un cigarrillo, furiosa. El pobre tarado que
habla es abogado… SABE que los DDHH no tienen 3 carajos que ver con la
posibilidad o no de llegar a fin de mes. O quizás, sospecha Cass, no lo sepa y
realmente estamos en manos del enemigo.
Porque lo grave, y nunca hay que
olvidar este punto, es que la oposición ES parte del gobierno, ejerce un rol
importantísimo y no debería ser tenida en ese menosprecio de la acción al que
la someten estos representantes de la pauperización de la cultura cívica.
Lo que la asusta, lo que hoy no la
deja dormir, es que esta lógica del marketing, de la propaganda, que a manera
de un violador serial veja y mutila en toda ocasión posible el concepto
“política”, termine siendo la única lógica posible, el único discurso de la
misma. Cassandra sabe que para venderte un candidato hay que mandar una
considerable cantidad de fruta ideológica simplona y esperanzada. Pero hasta donde
tuvo memoria (es una joven hija de la democracia), estas tandas de “Coma en la
UCR” o “Con el Juez Cruciani se come, se educa y se trabaja” solían estar
cimentadas en una trayectoria que revestía cierta objetividad. Ahora, de esos polvos futuros lodos y tenemos
un lindo collage aliancista que solo se pone de acuerdo en la caterva de
justificaciones a su accionar poco ético (no me jodas, si te votaron para una
banca a la que no vas nunca, no tenes ética, ni dignidad, ni cara)…Cassandra se
imagina como seria su vida si no pasara más que una vez cada bimestre por su
pequeño escritorio de oficina. Mirando hacia afuera desde el ventanal lindero a
la cama, en la oscuridad de la noche su vista se choca con la cancha de
Atlanta, pasando las vías… ¿esa gente que se ve pequeñita, a 6 pisos de altura,
podrá esquivar durante 2 años o 4 el trabajo que significa el sustento de cada día
y seguir cobrando graciosamente incluso con gastos por viáticos? No.
“Entonces de gente, no entienden un carajo estos muñecos” masculla, cada vez
más envenenada.
Su amante se revuelve un poco en
sueños, tirando un ronquido solitario. Cassandra se baja despacito de la cama,
se cubre con una sabana que ya está para mandar al Lave Rap y sale al balcón.
Sabe que su energía suele contagiarse y no quiere tener que explicarle a su
nuevo romance que se desvela durante las noches pensando en el pelotudo de
Redrado y su pretensión a la Cancillería desde la cual Cass intuye que planea
entrarle a las relaciones bilaterales con USA como a gato televisivo de mínima
monta. Hablando de Martin Retraso, pulula/ba por los programas “de la tarde”
con aires de galán canchero explicando que a Luli Salazar le pasó lo que a la
Argentina con el Megacanje y negándose a hablar de su nueva apuesta en el amor,
sin mención a la parte que le toca en el equipo económico del hombre que desea
conseguirle derechos humanos a la gente que no llega a fin de mes, a pesar de
que esa misma gente los tiene garantizados constitucionalmente. Momento… si el
candidato con apellido de pastelito de vieja habla de DDHH para los que menos
tienen… ¿está hablando a favor de los llamados “negros”? Esos seres mitológicos
que viven en los arcos exteriores de la plana ciudad de Buenos Aires, centro
del universo, dispuestos a devorar a los que se aventuren al horizonte llamado
Conurbano Bonaerense? ¿Será posible?
Este nuevo pensamiento, deja en paz al
vapuleado Redrado con sus problemas de alcoba… Se da cuenta, en el medio de la
noche, sola, apenas acompañada de los suaves murmullos de la nariz de su
amiguito, de que la oposición no quiere ganar.
Acude a su mente, raudo y veloz como
el miedo, el cartelito de otro cuadro de la oposición, el señor Santilli. Al
parecer, los fantasmas de la decadencia pasada, presente y futura, vendrán a
visitarla esta noche.
“VOLUNTARIADO UNIVERSITARIO OBLIGATORIO”
Esta vez, ni las ganas de un sofisma…
el sinsentido está ahí, es evidente, de hecho…constituye TODO el atractivo de
la idea. Se arrebuja en la maltratadísima sabana mientras imagina a qué asesor,
tecnócrata, u especialista en imagen y comunicación se le habrá ocurrido este
despropósito. ¿Cuál fue el segundo asesor que revisó esta idea y le dio el ok?
¿y el tercero? Acaso Carrió es la que le redacta los slogans al ex de Pazos?
Suspira resignada… quisiera ser mosca para espiar quienes son hoy los
costureros fraudulentos que le tejen las ropas al Emperador, ya que le consta
(siempre de lejos) que los asesores cobran (y mucho) por sus elevados
conocimientos en algo tan elusivo como “hacerte ganar”.
“voluntariado universitario obligatorio”... Era mucho más cool poner “Con
Santilli vuelven las juventudes hitlerianas” o “Con Santilli esclavos para tod@s”
o “Con Santilli se entra por la puerta de la UBA y se sale por la chimenea”. Le
da una calada intensa al porrito que se armó distraída… en realidad, sabe, el
subtitulo es “Con Santilli no va a existir una puta beca de estudio”.
Bien, por un lado, Redrado al teléfono
de las relaciones internacionales argentinas, por otro, la vuelta a la política
social focalizada y descentralizada. Ambas propuestas (aceptables dentro del
paradigma de la derecha, coherentes con los lineamientos usuales de las
corrientes liberales y neoliberales) son presentadas de la peor forma, la más
burda posible.
Querer volver a los 90s es entendible
desde la lógica política, el contrasentido de los últimos gobiernos, que se
yo…se puede “comprender” que los sectores de poder concentrado locales e
internacionales y las alianzas entre estos no quieran ceder un ápice o incluso
quieran apoderarse de las nuevas competencias y poderes del estado ampliado en
los últimos 12 años. “la guita es para los negros y los giles, hay q dejar de
joder por dos años con reducir la lucha política a la caja y nada mas…a ciertas
alturas, guita no hace falta, hace falta poder”, discute mentalmente con la
tele, con sus vecinos, con sus amigos, sabedora que como su nombre lo indica,
sus palabras están condenadas a ser tomadas por locura.
Lo que está MAL, lo que no encaja, es
esta pretensión absurda de ganar diciendo pavadas. O haciendo pavadas. Carrió
dinamita su frente ensalada, tirando al cuerno la mesa de su estrategia del último
año dedicada a sumar electores a como dé lugar, que, venía dando atractivos
resultados dentro del clima de opinión publica… Como una madama bipolar, el
catalogo más grande de políticos en oferta lo tenia Carrió. Y cerró el boliche.
Otra cosa que le llama la atención, es que de quedarse en Faunen y competir por
la jefatura de la ciudad, hubiera tenido amplias chances de arañar el ejecutivo
de la ciudad. Pero como en otra ocasión anterior, se bajo de la opción más
rentable a buscar aventuras y denuncias. En medio de la noche, Cassandra contempla las
estrellas… los cortocircuitos de Lila con sus aliados, son puestos en
televisión como en una época los de Moria con alguna vedetonga pretenciosa.
Todo es una sospecha, un agravio personal, un bombardeo de dimes y diretes
constante del que luego nadie constata medio carajo… a veces Cass se imagina en
situaciones de ira explosiva delante de quienes se someten al consumo
irrestricto de estos kioskos de mentiras y se llaman a sí mismos “informados”
“neutrales”. La ira desaparece tras rezar un par de Jauretches y Gramscis y
Debords…pero siempre esa horrible sensación de smog informativo. Esa horrible
sensación de soledad. Cassandra no puede arroparse la soledad que siente con la
manta del snobismo. No le sale, no puede hacer de su intelectualidad una
fortaleza antipopular, sino, todo lo contrario.
Luego de la estrategia Moria, venia
Martin Insaurralde y su estrategia “Gato de Cheshire”. El tipo estaba ahí,
echado en su banca, perezoso, y de a poquito, iba desapareciendo, su
sonrisa,era lo último en esfuminarse. La iniciativa de esta lechuga advenediza
consistía en una parodia de la propaganda de plazo fijo del banco hipotecario
“Pongo la plata en el banco, no hago NADA y PAPA PAPAPA PAPAPA PAAA PAPA
PAPAPAA EEEEEIIIIIIIII ALLLLLRIGHT, DUEÑO”
Es muy triste como político que tu
mayor capital social sea tu señora. En lo que respecta a Cass, bien podrían
haberle dado la banca a su flamante esposa, Jessica Wanda Judith, que como
figura pública tenia no solo muchísima más trayectoria y manejo de medios que
su marido, sino incluso más transparencia. El marido lisa y llanamente, no
podía encontrarse el culo con las manos. Rebotaba desapareciendo aquí,
apareciendo allá, como el gato de Cheshire de lomas de Zamora.
Vedettes, humo, conventillo,
oximorones grotescos… propuestas ridículas, discursos demasiado desgastados
¿esta gente quiere ganar en serio? Lo de Mauricio Macri también era bastante
impresentable, la izquierda en los 8 escalones. Desde todo punto de vista era
grotesco, grosero y burdo que esta gente pensara ganar nada más que con
bombardear el espacio de fotos suyas y frases pegadizas. Por lo menos Mauricio
cubre sus pasos y te cierra un mes una línea de subte para pintarla… se
calienta en hacer la fantochada de la ciudad trabajando (porque el está de
vacaciones). Estos ni eso… convocan ruedas de prensa inventadas en lugares
asolados por alguna catástrofe, repartiendo abrazos como si fueran parte de esa
secta de descerebrados del movimiento Zeitgeist. Incluso sus formaciones
políticas territoriales carecían de todo anclaje salvo el viejo y tradicional
clientelismo… si la militancia está “pasada de moda” ¿Cómo cuernos piensan sus
partidos trascender el hoy, construir poder, afianzarse como voz legitima de un
sector social para las futuras generaciones?
“No quieren”
No quieren porque son partidos
cárteles en la jerga teórica. “Vampiros públicos” piensa Cassandra. Pasea la
mirada por el interior del departamento, al otro lado del ventanal. Como una
cruz refulgente en la oscuridad, sobre un poster de Jack Daniels le sonreía
Evita Perón. Cassandra sonrió. Volvió a acostarse, mirando fijamente la efigie
de la Abanderada de los humildes.
“Será cuestión de ser el Van Hellsing de estos payasos” le comunica a la sonrisa
materna de la pared.
Y esta vez, durmió como una negra.
NOTA:
ESTÁ ESCRITO DE ACUERDO A LOS MANDAMIENTOS DE F. NIETSZCHE. (y también, esta
sin revisar porque me dio hambre y me desconcentré)